El Nuraghe Losa, en Abbasanta, es uno de los 32 monumentos propuestos a la Unesco como estandartes de la grandiosa civilización nurágica, de su historia y de sus inmensos testimonios materiales.
«El nombre original, nurache ‘e losas, significa ‘nuraghe de las tumbas’, y hace referencia a las urnas cinerarias romanas excavadas en el afloramiento rocoso del borde de la zona en la que se encuentra. La inconfundible silueta del nuraghe Losa se alza en la meseta basáltica de Abbasanta, a cinco kilómetros de la pequeña ciudad de Oristano. Caminando alrededor de su poderosa estructura, sólida y plana -con una planta en forma de triángulo equilátero-, se aprecian perspectivas que recuerdan a la alta proa de un barco. Es una de las expresiones más notables y características de la arquitectura nurágica, objeto de excavaciones arqueológicas desde el siglo XIX, y se distingue por su diseño orgánico, la compacidad de los volúmenes y el refinamiento de las técnicas de albañilería. A su alrededor se encuentran los restos de un extenso asentamiento inmerso en el verdor del maquis mediterráneo, testigo de la historia milenaria del lugar, desde la época nurágica hasta la época romana, cuando se utilizó con fines funerarios, y luego hasta la Alta Edad Media (siglos VII-VIII).
El complejo, construido íntegramente con grandes bloques de basalto, consta de un nuraghe trilobulado, que data de la Edad del Bronce Medio (siglos XV-XIV a.C.), un antemural y los restos de un poblado de cabañas circulares, construidas entre el Bronce Reciente y la Edad del Hierro (siglos XIII-XIX a.C.). Al entrar, descubrirá que la enorme mole compacta -secreto de su extraordinario estado de conservación- contiene también amplias habitaciones. Pero no el patio descubierto, característico de la mayoría de los nuraghi complejos, quizá sustituido en su funcionalidad por espacios exteriores descubiertos. Se accede por una entrada principal, elevada sobre el campo, y desde un pasillo recto se llega a la original torre troncocónica central (torre del homenaje) y a las dos torres laterales. A la trasera se accede por una entrada secundaria. Avanzará por el claroscuro del corredor, respirará el olor de las piedras cubiertas de musgo, revivirá las sensaciones de la mítica época nurágica» (Sardegna Turismo).
Las fotos del nuraghe Losa, en Abbasanta, son de Valentino Selis, Bibi Pinna , Diversamente Sardi, Romano Stangherlin, Cinzia Olias y Antonio Malandrone.













