En el sitio oficial Sardegna Turismo, se lee lo siguiente: “se eleva al pie de laGennargentu, a unos 1200 metros sobre el nivel del mar, se destaca como uno de los asentamientos de la Edad del Bronce más ‘altos’ en Sardegna; además, las huellas del pueblo que lo rodea cuentan una historia impregnada de leyenda.
El nuraghe Ruinassumergido en un paisaje montañoso deArzana, no lejos de bosques, cascadas y manantiales.Orruinas–cómo se llama por los Arzanese – debió ser un asentamiento de particular importancia: además del nuraghe, tiene una tumba de gigante, (quizás) un pozo sagrado, y sobre todo una vasta aldea que hoy cuenta con unas 200 cabañas, pero se hipotetiza que originalmente había muchas más.
El nuraghe tiene una estructura trilobulada, la torre principal se eleva a una altura de unos 8 metros y medio, y la cámara principal aún tiene la cubierta detholos,“mientras que a la izquierda de la entrada identificarás la escalera que conducía a la sala superior, que desde entonces ha colapsado…”
Como es sabido, Arzana es uno de los pueblos de Ogliastra que cuenta con registros de longevidad. En este sentido, en un artículo de Giovanna Falchetto,publicado en 2017 en el sitio web de Confartigianato, se mencionó a Raffaele Sestu, un médico y ex presidente de la Pro Loco Sardegna.
Él señaló cómo muchos de los centenarios provenían de Ruinas y que alrededor de 1400, los habitantes del sitio lo abandonaron para trasladarse al valle debido a la plaga.
Uno de los primeros grupos en llegar a Arzana fue la familia Congera, entre cuyos miembros estaba Sofia Congera, quien murió a mediados del siglo XIX a casi cien años.
“El hecho de que muchos de los centenarios hayan vivido o trabajado durante mucho tiempo en Gennargentu”, enfatizó Sestu, “no puede ser solo una coincidencia: lo llamo el Factor G.”
La nieta de Sofia Congera se llamaba Rafaela Monne, y el artículo citado por Giovanni Falchetto continúa:
“Angelo Stochino nació en Arzana el 1 de mayo de 1889.
Una vida dedicada a Gennargentu cuidando ganado. Su granja estaba entre las más distantes de Arzana, en la localidad de Sa Pruna, en la frontera con Desulo.
El certificado de nacimiento de su esposa Rafaela Monne.,informe la fecha del 28 de mayo de 1898.
Después del compromiso con Angiulinu – como lo llamaban en el pueblo – cada semana ella preparaba el pistoccu junto con su madre, al atardecer montaba su caballo y viajaba sola bajo las estrellas para llegar al amanecer a su amado y entregar el suministro de pan.
En la tierra en la ladera de Gennargentu, también cuidaba del jardín y del cultivo de cereales y trigo. Luego preparaba la cena para su esposo, que se sentaba junto a la chimenea fumando un cigarro.
“Mi minestrone era especial porque lo preparaba con manteca,” decía a menudo.Tía Rafaela.Los dos eran primos hermanos, locamente enamorados.
Se casaron en 1913, una relación que duró 77 años sin convertirse nunca en padres.
Él falleció el 8 de enero de 1990, a la edad de 100 años y siete meses.
Ella falleció el 4 de octubre de 2007, a la edad de 109 años y 4 meses.
Las fotos de nuraghe Ruinas son de: Gianni Sirigu, Andrea Mura-Nuragando Sardegna, Lucia Corda y Giovanni Sotgiu.