El conjunto megalítico del Monte Baranta en Olmedo

El conjunto megalítico de Monte Baranta (Olmedo), objeto de estudios e investigaciones desde la década de 1950, constituye uno de los ejemplos más extraordinarios de asentamientos fortificados prenurágicos, atribuibles a la Edad del Cobre y más concretamente a la cultura del «Monte Claro» (2500-2200 a.C.).

Situado en una meseta traquítica a una altitud de 152 metros sobre el nivel del mar, desde la que se controla un vasto territorio, Monte Baranta consiste en un asentamiento prenurágico caracterizado y protegido por una torre-cerca, una larga y poderosa muralla que encierra un grupo de cabañas rectangulares, separándolas de una zona sagrada con menhires y un círculo megalítico.

El complejo del Monte Baranta, tan perfectamente caracterizado en sus aspectos civil, militar y religioso (falta, por el momento, el funerario) parece mostrar, más que ningún otro, el sentimiento de inseguridad que impulsó a la población a asentarse en terrenos elevados y a completar sus defensas naturales con poderosas estructuras megalíticas, que abarcaban vastas zonas y estaban vinculadas a criterios dinámicos de defensa.

El recinto-torre, situado en una posición dominante en el borde de la escarpa, presenta una planta en forma de herradura con dos pasillos de entrada que desembocan en un gran patio abierto hacia el acantilado. Confundida en un principio con un nuraghe atípico, se distingue por características arquitectónicas como la ausencia de techumbre, el considerable grosor de los muros, que alcanzan los 6,50 metros (unos 3,5 metros de altura), los impresionantes dinteles y la presencia de una escalera rudimentaria que, desplegándose en el perfil mural del patio, conduce a una especie de camino de ronda.

El dispositivo defensivo se completa a continuación, en una posición más elevada, con una poderosa muralla de 97,00 metros de longitud (5 metros de ancho y 2,5 metros de altura media) que impide el acceso al único tramo de meseta abierto y, por tanto, vulnerable. Tiene una única entrada descentrada que conduce al interior del muro.
En la zona delimitada por la muralla se distinguen los muros rectilíneos de numerosas cabañas del asentamiento. Durante las excavaciones realizadas en dos de estas cabañas se encontró cerámica exclusivamente de la cultura Monte Claro.

En la parte exterior de la muralla se encuentra un círculo megalítico formado por unas ochenta losas de diversos tamaños que delimitan un espacio circular de unos 10 metros de diámetro; algunas de ellas, en gran parte rotas y actualmente todas derribadas, muestran claramente que se trataba de menhires. A unos diez metros de distancia, encontramos el gran menhir de 3,95 metros de longitud, que también ha aterrizado, sobre una zona rocosa perfectamente nivelada cerca del hueco recién tallado que debía albergarlo.

Este último detalle, junto con el hecho de que el menhir parece inacabado, induce a pensar que nunca llegó a erigirse.

Fuente: Il compleso prenuragico di Monte Baranta por A. Moravetti, de la página web del ayuntamiento de Olmedo.

Las fotos del complejo megalítico de Monte Baranta son de Sergio Melis, Nicola Castangia y Nuraviganne.

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