64.2 y 71.2: El pueblo-santuario de Abini es uno de los más famosos e importantes de la sardegna verso l’unesco. Consiste en numerosas cabañas y un pozo sagrado protegido por una cerca. Las cabañas son predominantemente circulares en planta. La techumbre de las habitaciones estaba hecha de troncos y ramas; sin embargo, es posible que en espacios más pequeños el techo estuviera hecho con losas de piedra sobresalientes. Algunas cabañas presentan elementos distintivos, como un largo banco a lo largo del perímetro de la pared interior y un lavabo en posición central; otras han proporcionado restos de cobre, lo que demuestra que eran lugares para la fundición de metales… El acceso al pozo era desde el sector más pequeño, que no muestra características arquitectónicas particulares, mientras que el más grande está equipado con un banco. El sector más pequeño a su vez se comunica con un gran recinto en forma de tres cuartos de elipse, también provisto de un banco… Cerca del gran recinto, se pueden ver numerosos bloques cuadrados de roca volcánica trabajada, ocultos en los escombros o incorporados en muros de piedra seca modernos. Algunos de ellos muestran grabados y dientes entrelazados, similares a los que se encuentran en otros pozos sardos con estructura isodomica. La gran cantidad de objetos de bronce recuperados de las excavaciones atestigua las habilidades metalúrgicas adquiridas por las poblaciones locales y el papel particularmente importante del pueblo-santuario, que atraía a poblaciones de un vasto territorio.
El pueblo cuenta actualmente con unas cincuenta cabañas. Las habitaciones tienen un plano circular y están construidas en su mayoría con filas de bloques de granito extraídos localmente que están toscamente labrados (altura restante m 1/1.50). A menudo incorporan masas de roca aflorante para proporcionar mayor estabilidad a las estructuras. La techumbre estaba hecha de troncos y ramas, como en las actuales “pinnettas” de los pastores. Se utilizaron arcilla y corcho como materiales aislantes para los techos y los interiores. Las campañas de excavación más recientes se han centrado en 11 habitaciones ubicadas en la parte más alta de la colina, ya que este sector del pueblo – dada la aspereza del terreno – no había sido perturbado por trabajos agrícolas y así ofrecía la posibilidad de investigar situaciones estratigráficas aún intactas… Una cabaña de S’Urbale ha sido fielmente reconstruida, incluyendo el mobiliario, en el museo arqueológico cívico de Teti. (Sardegna Cultura)
Las fotos del complejo nurágico de Abini son de Andrea Mura-Nuragando y Bruno Sini. Las del pueblo nurágico S’Urbale son de Bruno Sini.