En 1912, Raffaele Pettazzoni escribió en su libro “La Religione Primitiva in Sardegna”:

” Toda la vida del pueblo de Cerdeña aún está llena de supervivencias. Así como la casa sarda con su plano característico que presenta un hogar central continúa un tipo de casa prehistórica, y como en las cabañas (pinnetas) construidas hoy por los pastores para refugio temporal, se repite la línea y estructura del nuraghe primitivo, así en el alma del pueblo aún canta la fe y la poesía de épocas distantes. Escuchemos una oración popular: << S’arza, sa pinta, sa tarantula, s’abiòlu, s’iscopone mai non nde ida, Deus li malaigat, chin tottu sas puppias malas, chin tottu sas umbras de sa cussorza>>.*

Es una especie de encantamiento recitado en Nuorese (Siligo y Siniscola) para evitar ser mordido por arañas y otros insectos pequeños, como si fueran movidos por espíritus malignos. Casi se puede escuchar un eco de lo que Solino (un escritor romano del siglo III – mi nota) informa sobre la solifuga: ‘una pequeña criatura que tiene la forma de una araña, y se llama solifuga, porque huye de la luz del sol; abunda en las minas de plata de las que es rica el suelo de la isla; se arrastra invisiblemente por el suelo, y quien sin saberlo se sienta sobre ella es afligido.’ De manera similar, el ammutadore – como se llama la pesadilla en el dialecto logudorese – concebido, como está, casi en forma de demonio, evoca las visiones que agitaron el sueño de los antiguos sardos, quienes acudían a la incubación en las tumbas para curarse.”

Respecto a lo que escribió Pettazzoni, en Luogosanto, en la localidad de Monte Ruju, se ha descubierto una estructura que data de la era nurágica, luego reconstruida con madera y ramas.

Como se indica en el sitio “Il Borghista”, la “Capanna” se llama así porque se presume que fue un lugar de reunión con funciones políticas. En su interior, hay un hogar central, rodeado por 40 asientos de piedra y 2 pilas. Otra pila se encuentra en el corredor de entrada. En la zona frente a ella, se pueden detectar otras 7 cabañas colapsadas que formaron el pueblo.”

*La traducción de la oración reportada por Pettazzoni podría ser: “la argia, la malmignatta, la tarantula, el vespone, que el escorpión nunca lo vea, Dios los maldiga, con todas las malas apariciones, con todas las sombras del campo.” Sin embargo, no sé si s’arza y sa pinta son dos formas de nombrar a la misma araña, a saber, la argia.

Las fotos de la cabaña de Monte Ruju en Luogosanto y los tafoni circundantes son de Romano Stangherlin. La “argia” es capturada en una toma por Nicola Castangia.