Entre las diversas teorías sobre la función de los nuraghi, la suposición de que sirvieron, además de otras tareas, también para supervisar y controlar el territorio es una de las más acreditadas. Esto se confirma, por ejemplo, por su concentración cerca de aquellos cursos de agua que durante el período Nurágico se cree que tuvieron un flujo de agua suficiente para permitir el paso de barcos o al menos de barcazas en las que cargar y transportar minerales, metales, productos agrícolas y diversas mercancías a la costa para almacenamiento y/o envío posterior.
El Golfo de Cagliari, debido a su posición estratégica y porque sus desembarcos estaban protegidos de los vientos predominantes del noroeste, debió desempeñar un papel estratégico en el comercio mediterráneo. Es interesante observar cómo numerosos nuraghi se elevaron a lo largo de la costa o en su proximidad, a menudo conectados visualmente entre sí, ubicados tanto a lo largo del tramo sureste de la costa (los más de treinta nuraghi liderados por el nuraghe Diana o Nuraxianna en la localidad de Capitana di Quartu siendo un ejemplo) como a lo largo de la costa suroeste. Entre ellos, el nuraghe Sa Domu ‘e s’Orcu di Sarroch tiene un significado particular, descrito por Taramelli en 1926 en sus “Quaderni di Scavi e Scoperte.” De la reimpresión de los escritos del gran arqueólogo, publicada por Carlo Delfino Editore en 1985 editada por Alberto Moravetti, hemos extraído el siguiente pasaje:
<< Durante muchos años, la Dirección de Excavaciones de Cerdeña, desde que fue confiada al profesor Giovanni Patroni, había puesto su atención en el nuraghe “Sa Domu ‘e s’Orcu” de Sarroch, tanto porque está relativamente cerca de Cagliari como porque se encuentra cerca de la costa del Golfo de ese nombre, entre los territorios de las dos antiguas colonias fenicio-púnicas de Nora y Caralis, y podría contener las primeras huellas de las relaciones entre los proto-sardos indígenas y los inmigrantes transmarinos, arrojando luz sobre los acontecimientos de tales relaciones y determinando si terminaron bruscamente con la desaparición de la civilización nurágica de la zona costera que vio florecer las dos ricas colonias marítimas cartaginesas. Pero otras obras atrajeron la atención de la Dirección, y el nuraghe de Sarroch no pudo ser abordado hasta que la ilustrada cortesía del propietario de la tierra, Nob. Comm. Avv. Giuseppe Siotto rompió los retrasos, pues no solo otorgó permiso para realizar las excavaciones e investigaciones necesarias, sino que también brindó toda la asistencia posible durante la campaña de exploración llevada a cabo en la primavera de 1924, con los medios proporcionados por el Ministerio de Educación. Así, me complace expresar, en primer lugar, al generoso Sr. Siotto la gratitud de nuestra Dirección y de los académicos, a quienes se les presenta un ejemplo de un edificio nurágico explorado con toda la diligencia posible. El nuraghe “Sa Domu ‘e s’Orcu,” que se eleva sobre una colina a poca distancia del mar, en el lado occidental del gran Golfo de Cagliari, no es un monumento solitario aislado de otros edificios nurágicos. La opinión de que la parte sur de la isla carece de tales construcciones no es precisa, ya que muchas huellas de ellas permanecen a pesar de la extensa destrucción que ha ocurrido a lo largo de todos los períodos. La ubicación de los edificios nurágicos siempre está en áreas elevadas que dominan el terreno cercano, visibles entre sí, como en muchas otras localidades de la isla, para una vigilancia cuidadosa de la tierra. Pero no solo se notan numerosos nuraghi en toda la parte sur de la isla, generalmente más destruidos que en las tierras altas centrales, sino que al examinar la costa del Golfo de Cagliari, se presenta una verdadera cadena de edificios nurágicos, espaciados a no grandes intervalos entre sí, en las bocas de los valles o lechos de ríos que descienden de las montañas hacia el mar. A veces estos nuraghi están cerca de la playa, en otras ocasiones algo distantes, en los primeros movimientos de la cadena costera, pero siempre con vista al mar, vigilantes en la boca de un valle, como centinelas avanzados conectados por una cadena de otros edificios que a lo largo del valle, en las laderas de la montaña, penetran en el corazón de la región. Esta serie de guardianes costeros que precede por unos pocos milenios al cinturón de torres costeras de origen hispano-saboyano tiene un notable interés y valor en la confirmación de las opiniones ya expresadas respecto al propósito de defensa vigilante de la isla para la cual se erigieron los nuraghi…>>. g.v.
Adjunto: Los nuraghi: “Sa Domu ‘e S’Orcu” di Sarroch (ph. Marco Cocco e Bibi Pinna); “Crabia” di Bauladu (ph. Gianni Sirigu e Diversamente Sardi); “Diana” di Quartu Sant’Elena (ph. Andrea Mura-Nuragando Sardegna e Lucia Corda); “Antigori” di Sarroch (ph. Bibi Pinna); “Riu Perdosu” di Teulada (ph. Francesca Cossu); Extracto de la cartografía IGM destacando algunos alineamientos entre los nuraghi que supervisan los tramos de los cursos de agua incluidos entre el complejo nurágico de “Santa Cristina” di Paulilatino y el nuraghe “Crabia” di Bauladu.