No es fácil listar, ni siquiera brevemente, los testimonios arqueológicos del territorio de Fonni.
El área de “Gremanu” es un ejemplo extraordinario de un santuario nurágico compuesto por tres estructuras templarias que presenta, entre otras cosas, para decirlo con las palabras de la arqueóloga Maria Ausilia Fadda, “el único ejemplo conocido de un acueducto nurágico y un tipo de arquitectura religiosa hasta ahora desconocido, construido en las estribaciones del sitio, en una clara que se extiende a lo largo de las dos orillas del río Gremanu.”
Un “tèmenos” semicircular, incluido dentro del santuario, delimita el área designada para “ritos religiosos en honor a las deidades del agua.”
Las cuatro tumbas gigantes de “Madau” son otro “unicum” caracterizado por una disposición de “anfiteatro”, con las respectivas exedras orientadas hacia el paso de “Corr’e Boi” (así llamado por su perfil de “cuerno de toro”), presumiblemente una metáfora de los conceptos recurrentes de fertilidad y poder sexual, típicos de aquellos tiempos y más destacados en el plano, con su evidente perfil fálico, del mencionado santuario de “Gremanu.”
Sin embargo, es la densidad de los nuraghi y otros elementos característicos de la Edad del Bronce y el Neolítico final presentes en el territorio lo que nos deja asombrados.
A una distancia visual del pueblo de Fonni, el área arqueológica de “Dronnoro” alberga, además de una tumba gigante (lamentablemente en malas condiciones) y una pequeña estructura funeraria de la época neolítica, el nuraghe del mismo nombre, originalmente una única torre y más tarde integrada con dos torres más pequeñas.
El complejo, en buen estado, debió haber jugado un papel fundamental en un pasado lejano dentro del compendio territorial de Fonni y representó un referente para las numerosas otras estructuras similares, muchas de las cuales fueron construidas, según una práctica bastante común, para proteger las vías fluviales.
Adjunto: El santuario nurágico de Gremanu (ph. Andrea Mura-Nuragando Sardegna); las tumbas gigantes de Madau (ph. ArcheoUri Vagando, Lucia Corda y Sergio Melis); el nuraghe Dronnoro (ph. Gianni Sirigu y Bibi Pinna).