El territorio sardo, como es bien sabido, alberga varios miles de monumentos que se remontan a la llamada «Edad nurágica», de dimensiones y articulación variables. Algunos se encuentran en un estado de conservación que permite apreciarlos en toda su magnificencia, otros suelen denominarse «menores», aunque es impropio y reductivo elaborar una especie de clasificación entre monumentos de serie A y B.

Por último, hay infinidad de ellos que, aunque en un estado de conservación más o menos precario o incluso reducidos a la mínima expresión, representan sin embargo un poderoso testimonio de la actividad constructora llevada a cabo por las gentes de la época.

A esta última categoría pertenecen los tres nuraghi que aquí presentamos: Antiogu o Su Fromigosu (foto de BWVM), Maxia (foto de Francesca Cossu) y Pirreu (foto de Marco Cocco), todos en el territorio de Sinnai, que alberga el nuraghe Sa Fraigada, más conocido, mostrado aquí en la foto de Maurizio Cossu.

La Sardegna verso l'Unesco uses Accessibility Checker to monitor our website's accessibility.