Al borde del Gennargentu, envuelto en nubes y leyendas, se eleva mil metros por encima de los valles de la Barbagia di Seulo surcados por la Flumendosa, en el centro de Cerdeña.
Lo divisará casi de repente, en lo alto de un espolón rocoso a lo largo de una espectacular carretera panorámica que domina colinas y verdes valles, y le fascinará por su posición y contexto y le intrigará por un misterioso sendero. El Ardasai Nuraghe se alza en la ladera del monte Tonneri, a unos 13 kilómetros de la ciudad de Seui. Una posición estratégica desde la que controlar las rutas de acceso al Barbagie. La estructura forma parte de un complejo que también incluye un poblado, restos de una tumba de gigantes y posiblemente un manantial sagrado.

El nuraghe es una torre única, probablemente construida durante la Edad del Bronce Medio (siglos XVII-XIV a.C.) con grandes sillares de piedra caliza, originalmente desarrollada en varios niveles. Hoy se conservan el piso inferior con bóveda de tholos y la escalera helicoidal que conducía al segundo nivel. Alrededor de la torre se extendía un muro cortina con torres secundarias, del que hoy quedan vestigios. Las cabañas del poblado estaban dispuestas alrededor del nuraghe, tenían planta oval o circular y en algunos casos aprovechaban la conformación natural de la roca. Otros vestigios de asentamientos se encuentran dispersos en las colinas circundantes y en el valle: el poblado nurágico fortificado de Serra su Casteddu ocupa la cima de la montaña que se eleva frente al nuraghe de Ardasai, en el lado opuesto de la carretera, mientras que otros nuraghi, cementerios, aldeas y círculos megalíticos aparecen por todas partes, en un radio de unos cientos de metros.

El Ardasai es objeto de una leyenda que lo relaciona con la fortaleza del Monte Baranta de Olmedo, con la que también comparte posición en un saliente: desde el lado suroeste de la torre parte un camino empedrado que, al parecer, termina en una especie de puerta natural, delimitada por dos peñascos calizos. Más allá está el borde de un barranco. En el Monte Baranta y en los alrededores de Gairo Vecchio habría senderos similares, que las leyendas y tradiciones locales identificarían con los lugares donde en la Antigüedad se habrían celebrado los sacrificios rituales de los ancianos del pueblo.

Fuente: Turismo de Cerdeña.

Las fotos del nuraghe de Ardasai, en Seui, son de Marco Cocco, Maurizio Cossu, Nuraviganne y Ascanio Saddi. La foto del complejo megalítico de Monte Baranta, en Olmedo, es de Sergio Melis.

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