En “Investigación Arqueológica en Marghine-Planargia” (“SARDEGNA ARCHEOLOGICA”, serie dirigida por Alberto Moravetti – editorial Carlo Delfino 2000), se afirma que <<…El fenómeno de los asentamientos alejados de los nuraghi – y por lo tanto aparentemente indefensos, si se quiere atribuir esta función defensiva a todas las torres, lo cual, en la mayoría de los casos, es enteramente discutible – no debería sorprendernos si ambos forman parte de un sistema “político” organizado con su propio ámbito territorial. No son aldeas dispersas en el territorio, autónomas e independientes, sino elementos insertados dentro de una estrategia de asentamiento dirigida, para la cual los nuraghi no sirven para proteger la aldea individual, sino que están distribuidos – no todos – para defender todo el territorio relevante, controlando las líneas limítrofes de los “distritos”, rutas naturales, recursos hídricos, etc. Sin embargo, cabe señalar que la mayoría de las torres en Marghine-Planargia no parecen tener un carácter defensivo, sino que sugieren la idea de “granjas”, de núcleos habitados a veces ampliados por la presencia de chozas. Además, debe considerarse que casi todas estas torres no han sido excavadas, por lo que solo tenemos una lectura parcial de muchos monumentos que, tras una investigación estratigráfica, podrían revelar una mayor complejidad arquitectónica o la presencia de una aldea…>>
En las fotos, los nuraghi “Succurronis” de Macomer (Gianni Sirigu y Bibi Pinna), “Semestene” de Bortigali (Alessandro Pilia) y “Miuddu” de Birori (Andrea Mura-Nuragando Sardegna y Romano Stangherlin).