La Tumba de los Gigantes en el valle de Osono en Triei fue restaurada en 1993, utilizando y reposicionando la exedra y otros ortostatos, a veces deteriorados o rotos, pero aún en su lugar. Respecto al descubrimiento del monumento, Mario Sanges escribió: “un trabajador que estaba excavando en el Nuraghe Bau Nuraxi, un ávido cazador, me dijo un día que en el valle de Osono, en los bordes de los campos cultivados, había un enorme y denso matorral de lentisco y zarzas con una fila ordenada de enormes losas de granito en su interior, de las cuales salían jabalíes regularmente durante las grandes cacerías. Una inspección rápida y oportuna nos permitió confirmar la presencia de una gran tumba de gigantes, aparentemente en excelente estado, sobre la cual no había información previa. La posterior intervención de desbroce y limpieza permitió así sacar a la luz toda la estructura de la tumba, comenzando así los trabajos de excavación arqueológica y restauración que duraron varios años.” También informó que “en la parte frontal de la cámara, cerca de la entrada, se encontraron rastros de disturbio del depósito original, causados por individuos desconocidos… no ladrones de tumbas, como se diría hoy, sino buscadores de tesoros.” Esto podría explicarse por el hecho de que “en la tradición popular, este sitio se conoce como ‘s’ischisorgeddu’, que significa el escondite del tesoro.” El arqueólogo concluyó sus discusiones, publicadas en 2008 en los “Quaderni di Darwin,” observando que el monumento, que presenta dos fases de construcción diferentes, fue construido en ambas fases “durante la Edad del Bronce Temprano y se utilizó con fines funerarios solo durante la primera fase. Después de la fase de construcción subsiguiente, el complejo se convirtió en una verdadera tumba-santuario, donde quizás se practicaban ritos funerarios en memoria y honor de ancestros o héroes deificados. Este segundo uso, en el que también deberían hipotetizarse ritos incubatorios (para curar a los enfermos, para recibir consejos durante el sueño, etc.), duró a lo largo de la Edad del Bronce y así a lo largo de toda la Civilización Nurágica; luego hubo un lento abandono y reutilización, después de un milenio en la Edad Romana….”
Las fotos de la Tumba de los Gigantes de Osono son de Andrea Mura-Nuragando Sardegna y Lucia Corda. La imagen relacionada con los trabajos de restauración de 1993 se toma de la mencionada revista “Quaderni di Darwin.”