<<… El primer ilustrador, Spano, reconoció en ella a un héroe cuya fuerza y destreza militar estarían representadas por la interacción de brazos y armas, mientras que la hiperoftalmia significaría la sabia previsión y la terribilidad desprendida del personaje superior. Otros (Pais, Milani, Von Bissing) quisieron ver en él una divinidad con alusiones a dioses del panteón fenicio (Krono con cuatro ojos), griego (Briarèo con cien brazos), indio, etc. Pettazzoni propuso la curiosa hipótesis de que se trataba de la imagen de un soldado que había superado con éxito el juicio hordálico de las aguas. Tal vez se trate de una figura demoníaca, ciertamente mitográfica, en la que, la magia simpática de la iteración de los miembros traducida en formas expresionistas e «ilustrativas» del arte, precisamente para marcar el desprendimiento real, exalta el valor guerrero; una abstracción conceptual enraizada en la espiritualidad de los pueblos nurágicos y fácilmente transferible en imagen para una civilización dispuesta a simbolizar a pesar de la fuerte resistencia «natural» >> (Giovanni Lilliu: «Esculturas de la Cerdeña nurágica» – Ediciones Illisso).
En las imágenes: El bronzetto del héroe/demonio (museo arqueológico de Teti) y el santuario nurágico de Abini (Teti) en las tomas de Andrea Mura-Nuragando Sardegna.
También en una foto de Andrea Mura-Nuragando Sardegna, la gran estatua de piedra del héroe/demonio, realizada por el artista de Belvì Tonino Loi y erigida en la pequeña plaza Mulare de Teti.
