Antonio Taramelli escribió, respecto al templo pozo de Funtana Coberta en Ballao (“Excavaciones y Descubrimientos 1918-1921 en la reedicón de Delfino Editore), que el “templo protosardo descubierto en la región ‘Sa Funtana Coperta’ fue frecuentado “en tiempos romanos y en épocas más cercanas a nosotros” y que “esta persistencia de uso, si no de culto, de la fuente, llevó a la desaparición de cualquier rastro del culto primitivo, dejando apenas unos pocos testimonios de los modestos muebles de la época Nurágica, confirmando el carácter Nurágico de la construcción subterránea.” También observó, siempre en este sentido, que “quizás el valle solitario de Fontana Coperta vio las reuniones de los pueblos de estas áreas preparándose para sus amenazantes y temidas incursiones en las ricas tierras de la llanura habitada de los Patulcensi Campani, y las empresas bélicas, que perturbaban la tranquilidad de la vida provincial, eran en la mente de los rebeldes Galillensi nada más que un intento de recuperar el dominio y la libertad y las tierras de antiguo derecho, tomadas de ellos por los colonos importados de Roma, y fueron apoyadas, animadas y consoladas por el poderoso espíritu, incitando a la deidad. Y quizás por eso la acción del victorioso y gobernante romano se dirigió contra el templo, dispersando su culto y rastros de él, y silenciando ese centro religioso, mientras mantenía la hermosa fuente, muy útil e incluso indispensable en toda la zona, y en el adyacente valle plano y soleado del Flumendosa…” Las fotos del pozo sagrado de Funtana Coberta son de: Sergio Melis, Bibi Pinna, Gianni Sirigu, Giovanni Sotgiu y Diversamente Sardi. El dibujo en blanco y negro adjunto al escrito de Taramelli (vista exterior del santuario de Funtana Coberta después de la excavación) es de F. Giarrizzo.