Hace tiempo, Cinzia Olias y sus compañeros de aventura nos regalaron hermosas imágenes, algunas de las cuales proponemos con gusto.
El paisaje es de cuento: espacios infinitos, bosques primordiales, inquietantes vorágines, troncos retorcidos que esbozan rostros humanos, el verde oscuro del bosque apenas atenuado por bancos de niebla, el gris de antiguos nuraghi que se difumina en los colores de un cielo nublado.
También proponemos el bello comentario de Cinzia, inspirado en este pensamiento de Henry David Thoreau*: “Si eres un hombre libre, entonces estás listo para ponerte en camino”*.
“Después de una noche lluviosa, el Supramonte nos regala un mágico esplendor. Con su húmedo vestido, nos acompaña en esta larga e intensa jornada de mayo. En sus colores oscuros, destacan majestuosos los árboles del bosque primario de Sas Baddes y las flores amarillas sobre la pálida caliza, mientras nuestras bicicletas se escalan entre las piedras de la blanca dolomita traviesa. Entre la arcilla de Campu su Mudrecu, que se agarra desafiante a las ruedas, y la niebla evanescente que regala paisajes encantados, subimos sorprendidos por vorágines de nombre aterrador que engullen la mirada curiosa. En este valle majestuoso deslizamos serenos, sobre nuestras ruedas y sobre el sendero tortuoso. Hasta los blancos nuraghi milenarios, cándidos, como la luz que nos regala de repente, el sol.
Sobre la garganta deslumbrante de Gorropu finalmente posamos nuestra mirada extasiada. Satisfechos, saltamos como cabritas en el camino de regreso. Las fatigas no han terminado… Dejamos el Supramonte al caer la tarde… y quizás la montaña se preguntará quiénes son, estos personajes coloridos que escuchan historias de cuili abandonados, y que observan atentos pastos verdes y endemismos montanos. Estos espíritus libres llamados ciclistas, que permanecen soñando entre sus brazos ásperos, y no siempre acogedores. No hacemos preguntas sobre los misterios de la montaña, dejamos que se revele sin perseguir sus secretos. Dejamos que los sueños se concreten, viajando ligeros sobre la intensa emoción que dan, los silenciosos senderos del Supramonte.”
*Henry David Thoreau escribió entre otros el libro “Walden. Vida en el bosque –che, a ragione, è considerato un’icona dell’ecologia.