“Especialmente notable, entre los testimonios de lo sobrehumano, son las figuritas de soldados, con cuatro ojos y cuatro brazos, dos palos rítmicos con dagas en dos pares; todos provienen únicamente de los rincones montañosos de Abini-Teti (Nuoro). Consideradas deidades de la guerra, o seres demoníacos, o mortales cuya visión y fuerza de brazo pueden haber sido incrementadas por el juicio de ordalía de aguas, como referían los antiguos para Cerdeña, las estatuillas también podrían ser, y más probablemente, de héroes militares cuyo valor, presente y futuro (no hay dimensión del tiempo para lo primitivo), se traduce en la interacción plástica de órganos físicos de mayor prominencia expresiva, para hacer obvio y directo el matiz psicológico. En la disposición bipartita del rostro, marcada rítmicamente por los relieves de la nariz y los grandes ojos, aún estáticos, en el plano frontal plano de la máscara alucinatoria y bárbara, en la exhibición simétrica y equilibrada de las armas multiplicadas, en la parte central del cuerpo, dando sentido y peso visual de exaltación a la idea del superhombre, no hay tanto el gusto instintivo de una geometría figurada a nivel ornamental, como el valor geométrico concebido sobre la iteración del número simple, correspondiente a la facultad común: en este caso particular sobre el doble y sus múltiplos, traducidos en términos de operación mágica figurativa…” (Giovanni Lilliu: “Esculturas de la Cerdeña Nurágica” – Editorial Ilisso 2008)
Las imágenes del santuario de Abini y la reproducción de la estatuilla del bronzetto mencionado, erigidas en la localidad de Teti, son de Bruno Sini y Piera Farina Sechi y Andrea Mura-Nuragando Sardegna.