Un original monumento prehistórico enclavado en el paisaje típico del Monte Acuto y Gallura, en el noreste de Cerdeña, entre granito, bosques y matorral mediterráneo.
Aparece de repente a lo largo de la carretera que une Buddusò, centro de Monte Acuto, en la frontera con Gallura, con Bitti, pueblo del norte de Barbagia. El nuraghe de Loelle, oculto entre alcornoques y encinas, muestra poco a poco sus rasgos fascinantes y misteriosos y, enarbolado sobre un afloramiento de granito, la principal roca local, domina la meseta y las casas de Buddusò.
Su estructura, formada por una torre central a la que se adosa un bastión trilobulado, se considera de tipo «mixto», con características tanto de «corredor» como de tholos nuraghi. De hecho, se baraja la hipótesis de que se trate de un protonuraghe readaptado en fases posteriores para responder a necesidades arquitectónicas y culturales renovadas. A su alrededor, se aprecian vestigios del poblado de cabañas, de planta circular. Al entrar, se sorprenderá al comprobar que la entrada no da a un patio ni a un pasillo que conduce a un vestíbulo central, como era habitual en estas construcciones de la Edad del Bronce. En cambio, en Loelle, un tramo de escaleras rodea la torre en el sentido de las agujas del reloj y conduce directamente al segundo nivel. Aquí comienza otro pasillo que, si se sigue en su totalidad, desciende hasta la «planta baja», mientras que, aproximadamente a mitad de camino, otro tramo de escaleras asciende hasta el tercer nivel, donde finalmente se abre la cámara principal. Antes de la entrada a la cámara se ve un nicho absidal a la derecha.
Delante del torreón se construyó un bastión atravesado por corredores, con cortinas cóncavo-convexas. En el exterior de la muralla, en el lado este, se encuentra otra particularidad de la Loelle: aprovechando un barranco natural, se creó una sala exenta, abovedada en forma de tholos, que se abre a un metro de profundidad aproximadamente sobre el nivel del suelo. Alejándose unos metros del centro del nuraghe y del pueblo, se encuentra una tumba de gigantes, de la que son visibles las hileras del corredor y las huellas de la exedra. No muy lejos, oculta por robles y encinas, aparece una segunda tumba, también con pocos vestigios supervivientes, y un pequeño dolmen. El último misterio que encierra la zona de Loelle es la probable existencia de un pozo sagrado: las noticias proceden de diversas fuentes, pero hasta ahora no se ha encontrado rastro alguno. (Tomado de Sardegna Turismo)
Las fotos de los nuraghe de Loelle son de: Diversamente Sardi, Bibi Pinna y Francesca Cossu. Las de la tumba de los gigantes y el dolmen de Loelle son de Andrea Mura-Nuragando Sardegna y Marco Cocco respectivamente.














