8.2: El nombre del complejo arqueológico de Monte d’Accoddi, en Sassari, probablemente deriva del Logudorese sardo y significa “Montaña o colina de Piedras,” refiriéndose al aspecto que tenía antes de las excavaciones, esta pequeña colina que durante siglos ocultó el monumento que se eleva en un territorio fértil y plano, densamente poblado y explotado desde la Prehistoria. Vastísimas necrópolis de domus de janas están presentes alrededor de esta área tan rica en evidencias arqueológicas, como lo evidencian los dos menhires colocados en un campo al este del altar, de los cuales se originan dos piedras esféricas de probable valor sagrado, interpretadas por algunos como simbolismos astrales. La sensación más inmediata que se experimenta en Monte d’Accoddi está seguramente relacionada con la sacralidad de este lugar, donde se documentan ritos propiciatorios de fertilidad en un contexto arqueológico que ha evocado asombro e interés desde su descubrimiento en 1952 tras las excavaciones de Ercole Contu, posteriormente continuadas por Santo Tinè. Gracias al trabajo de los arqueólogos, ha sido posible reconstruir las diferentes fases que caracterizaron este sitio, comenzando desde una aldea inicial con cabañas de forma ovalada atribuidas al Neolítico Medio o Neolítico Reciente y, en la fase referida a la Cultura Ozieri (3200-2800 a.C.), una segunda aldea con cabañas cuadrangulares en cuyo centro se construyó un área de culto megalítica con losas de piedra para ofrendas y un menhir. Alrededor de 3000 a.C., en el área previamente ocupada por la aldea, se decidió construir un primer altar que consistía en una terraza cuadrangular llamada “Templo Rojo,” porque su superficie estaba enlucida y pintada con ocre rojo. Una rampa de 25 metros de longitud permitía el acceso a la cima donde se situaba la cella, una estructura rectangular, de la cual se conservan restos del suelo y una parte de la pared perimetral de 70 centímetros de altura. Probablemente tras un incendio, alrededor de 2800 a.C., se superpuso a la primera altar una segunda estructura escalonada de mayores dimensiones, que consistía en una plataforma truncada-piramidal, cubierta con grandes bloques de piedra caliza. Durante la Cultura Abealzu (2600 a.C.), se construyó una extensa aldea con cabañas rectangulares alrededor del altar, entre las cuales destaca la Cabaña del Mago, la única con múltiples habitaciones, así llamada por los artefactos únicos encontrados durante la excavación. La aldea-santuario se convirtió en un referente religioso durante el Eneolítico, quizás de significación supra-local, pero, ya durante la Edad del Bronce, ya no fue reconocida como un lugar de culto, como lo indica el descubrimiento de un entierro de un niño fechado en la Cultura Bonnanaro (1800 a.C.). (Municipio de Sassari).
Las fotos del complejo arqueológico de Monte d’Accoddi, en Sassari, son de Sergio Melis, Andrea Mura-Nuragando Sardegna, Nicola Castangia y Francesca Cossu.