94.2 y 94a.2: “Sa grutta ‘e is caombus” (cueva de las palomas), en el territorio de Morgongiori, es una ‘fractura’ en la roca – técnicamente una diaclasa – que penetra profundamente en la tierra. La fisura, de 150 metros de largo y un metro y medio de ancho, ha sido conocida por los arqueólogos desde mediados del siglo XX. Los primeros en cruzar su entrada y descender el acantilado, al llegar al fondo de la fisura, quedaron asombrados: encontraron, perfectamente conservada, una escalera hecha de piedra basáltica, cuadrada y de un metro de ancho, compuesta de tres tramos, dos visibles (de 24 y 22 escalones), el tercero cubierto de escombros, intercalado con dos descansos (sa scaba ‘e cresia). La escalera serpentea a lo largo de la fisura, en “una red subterránea de caminos estrechos y serpenteantes”, como la definió el ‘padre’ de la arqueología sarda Giovanni Lilliu. En la base de los tramos, se recoge agua de lluvia. Todos los escalones consisten en dos bloques de basalto cuadrados ‘a medida’ y fueron construidos insertando un bloque en forma de cuña entre ellos. Algunos tienen huecos circulares, interpretables como cuencos con función lustral, mientras que otros presentan relieves mamilares, referibles a la Diosa Madre, similares a los de los templos nurágicos, pozos y mégarons, y de las tumbas de los Gigantes.
El complejo nurágico Bruncu ‘e s’Omu, en Villa Verde, consiste en un nuraghe, compuesto por una torre central situada en la cima de una colina de basalto y varios cuerpos añadidos posicionados a lo largo de las laderas de la misma elevación, que fueron objeto de investigaciones arqueológicas en 2003, y un importante pueblo de cabañas, ubicado en las laderas sureste de la colina.
Las fotos del santuario nurágico Sa Grutta ‘e is Caombus son de Alessandro Pilia y Bibi Pinna. Las del complejo nurágico Bruncu ‘e s’Omu son de Nicola Castangia, Franco Vacca, Bibi Pinna y Pietrino Mele.